ERMITA DE CUBILLAS
A escasa distancia del pueblo, en dirección de poniente, sobre la llana y fértil vega, se encuentra el cementerio, y en él las ruinas de la llamada, desde antiguo, ermita de Cubillas o de Nuestra Señora del Cubo.
En su muro sur se abre una hermosa y sencillísima puerta de múltiple arco apuntado, ornado el más exterior con orla de puntas de diamante, mientras que el interno presenta un baquetón en zigzag, apoyándose todo en una serie de vegetales capiteles sobre inexistentes columnas.
Bajo el alero, un total de 31 canecillos del más puro estilo románico, algunos de ellos mostrando temas animados (personajes varios, aldeanos en faenas comunes, caras grotescas, animales imaginarios, cabezas zoomorficas, etc). El primitivo ábside semicircular ha sido reformado.
La tradición refiere que este templo perteneció a un convento de templarios. El hecho cierto es que se trata de una obra del siglo XIII y que muy bien pudo haber sido la primitiva parroquia de lugar de Albalate de Zorita, que en esa época entró en la historia, siendo el monumento más antiguo de la comarca.
Historia
De este templo se barajan varias posibilidades. Por un lado que fuese un convento de templarios, lo cual ha sido descartado ya que fue la Orden de Calatrava la que hizo imperar su presencia en esta zona; o bien que fuese la primitiva parroquia de la villa -alternativa también descartada-.
Lo cierto es que a día de hoy, no se ha encontrado la explicación de un templo tan grande y hermoso a las afueras del pueblo.
Periodo
Siglo XIII
Estilo artístico
Románico
La Ermita de Cubillas es del siglo XIII, de estilo románico tardío. En su muro sur se abre una hermosa y sencilla puerta de múltiple arco apuntado adornado el más exterior con orlas de puntas de diamantes; el interno presenta un baquetón en zig-zag, apoyándose todo en una serie de capiteles vegetales sobre inexistentes columnas.
Bajo el alero, un total de 31 canecillos de estilo románico, todos diferentes entre sí, con motivos vegetales, cabezas zoomórficas, animales imaginarios, varios de tema sexual y una cabeza de hombre perfecta y con restos de pintura, por lo que sabemos que estaban policromados.
El primitivo ábside semicircular es precioso pero fue reforzado sin tener en cuenta su antigüedad y belleza.
Hasta el momento de su desmonte para reutilizarla como cementerio municipal, era una ermita de tres naves, y estaba en buenas condiciones, según consta el archivo de la Iglesia.
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