EL REY CARLOS I DE ESPAÑA BESO LA “CRUZ DEL PERRO”
Camino de Valencia iba el Rey Carlos I de España una tarde de
Abril de 1528, por tierras de la Orden de Calatrava, hoy en día provincia de
Guadalajara, cuando llamó la atención una preciosa Iglesia casi acabada, junto
a un pequeño pueblo llamado Albalate de Zorita, nombre árabe que significa
“camino”.
El caserío estaba junto a una fértil vega, con huertos, árboles
frutales y olivos. Hizo un alto para cenar y dormir. Pernoctó en casa de Miguel
García del Molino en la calle Imperial nº 9. El Rey pidió que esta calle en su
honor y como emperador, llevase el nombre de Imperial. En el interior de la
casa donde en su día durmió el rey Carlos I, se sigue conservando hoy en día
una placa en piedra, escrita en castellano antiguo, que el propio monarca mando
que allí se instalara y en la que se puede leer:
AÑO 1528, 29 DE ABRIL, VINO EL EMPERADOR DON CARLOS A ESTA VILLA
DE ALBALATE, POSÓ EN CASA DE DON MIGUEL GARCIA DEL MOLINO.
A la mañana siguiente el rey se detuvo ante la iglesia, para oír
misa y adorar a la Santa Cruz, de cuya aparición milagrosa le habían hablado. Cogió la imagen en sus manos causándole gran sensación, pues se trataba de una
obra románica del siglo XII aproximadamente.
El Rey oró con gran devoción y adoró la Cruz, regalandole los
lugareños dos de las cuatro cadenas que ésta tenía colgando de los brazos.
Carlos I se congratuló de haber visitado Albalate, pues le pareció un pueblo muy devoto, que además de su grandiosa Iglesia por entonces contaba con tres ermitas, la de Santiago, San Juan y la Virgen de los Remedios.
La aparición de la Santa Cruz y la adoración del Emperador Carlos
I, es representada hoy en día como antesala de las fiestas en honor a la Santa
Cruz.
La representación de este acto, está a cargo de un grupo de vecinos de esta localidad, los cuales nos narran como fue la aparición de la cruz, y la visita del monarca Carlos I a esta villa.
La representación de este acto, está a cargo de un grupo de vecinos de esta localidad, los cuales nos narran como fue la aparición de la cruz, y la visita del monarca Carlos I a esta villa.
En el transcurso de una hora y media, la plaza del Coso vive el
año 1514, cuando el perro “cosula”, encontró la Cruz en la rivera del río Tajo,
y todo lo que rodea a dicho hallazgo. Seguidamente, se avanza en el tiempo, ya
es el año 1528, cambian los efectos de iluminación, hace su entrada el
Emperador y la Reina, acompañados de su guardia y corte, llegan a Albalate para
adorar y besar a la “Cruz del perro”, son recibidos por los lugareños, que les
muestran el hallazgo, y acto seguido se dirigen todos a la iglesia a orar y
besar la “Cruz del Perro”.
Ana I. García García
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