FESTIVIDAD DE SAN BLAS
El día de 3 de febrero la
localidad alcarreña de Albalate de Zorita celebra sus tradicionales fiestas en
honor a San Blas, donde caridades, cachiporras y botargas se convierten en protagonistas entre sus vecinos para honrar
al Santo que fue médico, obispo y mártir cristiano, patrono de los enfermos de
garganta y de los otorrinolaringólogos. De hecho el origen de la costumbre de
bendecir las gargantas el día de su fiesta se debe a que salvó la vida de un
niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado.
Todo comienza el día 23 de enero,
día de San Ildefonso (o el domingo posterior si éste no cayera en domingo) con la tradicional, y simbólica en la
actualidad, aporreada de puertas de la localidad. Esta tradición consistente en recorrer las casas de la
localidad para pedir dinero, (antiguamente trigo) para confeccionar las
caridades de San Blas. En esta
carrera de pedir participan la corporación municipal, miembros de la Hermandad del Santo, acompañados
por un buen número de chiquillos, los cuales en otros tiempos portaban tambores
para anunciar su presencia en las calles y también las clásicas cachiporras de
sabina y enebro para golpear en aquellas puertas que no eran abiertas, incluso
les acompañaban burros con alforjas donde se transportaba el trigo entregado
por los vecinos.
De este modo todo el cortejo
recorre las calles del pueblo pidiendo, de puerta en puerta, un donativo totalmente voluntario con el que
después se financiarán las típicas caridades de San Blas, siendo éstos unos panecillos
fabricados con anís y aguardiente que simulan la forma del gorro con que se
toca a su patrón, San Blas, y a los que se le atribuyen propiedades curativas
para la garganta de todos aquellos que la toman. Tanta es la fe que profesan
los vecinos de Albalate, que éstos se la dan a comer a niños, ancianos,
enfermos e incluso a animales domésticos y de corral.
Actualmente estas caridades se
elaboran en las panaderías a las que acuden las mujeres del pueblo de forma
voluntaria para ayudar en estos menesteres para luego ser bendecidas y
repartidas entre la vecindad por las autoridades y mayordomos del Santo el día
2 de febrero, festividad de la
Candelaria , donde en la eucaristía también se presentan a la Virgen los niños nacidos a lo largo
del último año.
El día de San Blas, tras la misa
mayor se saca en procesión la imagen del Santo ante los gritos de la multitud
asistente y muy en especial de las botargas. Acompañada por el baile cada vez
más frenético de las botargas, la procesión va recorriendo las calles, mientras
los albalateños montan a sus hijos sobre las antas que llevan al Santo.
No dejan de sonar los tambores y
las castañuelas a lo largo de todo el recorrido. Es un sonido monótono, penetrante, incitativo
a ese baile de las botargas que danzan delante del Santo, abriendo camino,
ayudadas por el sonido y por la fe, gritando continuamente: ¡Que viva San
Blas!, ¡Que viva San Blas!, y de vez en cuando dejando escapar algún que otro
“piropo” (aunque a oídos de los foráneos parezcan insultos, como recuerdo a su
vida de pecador).
Los botargas van vestidos con trajes singulares, pantalón,
chaqueta y gorro de colores rojo y amarillo los más, verde y rojo algunos, que
incluyen adornos de origen celtibero y cascabeles que suenan al ritmo de su
danza.
Al regresar el Santo a la puerta
de la Iglesia se
subastan las borlas y se introduce en la
Iglesia al Santo de espaldas, mirando al gentío para que
bendiga al pueblo.
Sin duda, esta
procesión es de las más singulares y espectaculares de la provincia, declarada de Interés Turístico Provincial, llegando
a tardar en su recorrido hasta cinco horas ya que los botargas, en su afán de
mantener al Santo en las calles del pueblo, no le dejan avanzar con sus danzas. La primera noticia escrita que se tiene a
cerca de esta fiesta data de 1789:
“…que de inmemorial en este pueblo se celebra el día del Señor San Blas…”
El día 4 o de San
Blasilio, un botarga subastará en la plaza los donativos que los albalateños
ofrecieron al Santo, allí mismo también se repartirán caridades y la sabrosa garnacha.
PIROPOS AL SANTO
Viva San Blas Bendito
Glorioso en el cielo
Y aquí te sacan
Entre cuatro
borrachos del pueblo.
San Blas, San Blasete
Cuídanos la garganta
Para que el año que
viene
Te podamos decir:
¡Viva San Blas!
Ojos de puterete.
¡Pero qué ojillos de
puterete
Tienes, San Blas
Bendito!
¡Borrachín!
Qué viva San Blas
Con el culo atrás
Y la tripa “alante”
“Pa” que no se
espante.
Viva San Blas bendito
Cuídanos bien a las
mozas
Pa que tengan muchos
hijos
Y monten en tu
carroza.
Viva San Blas bendito
Cuídanos bien las
gargantas
Para decirte borracho
y puterete
Con la voz muy alta.
Texto: Covadonga Pastrana ; Mª Angeles Rajas y Raúl Miguel Ortega.
Fotografía: Manuel Merchante
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